Hace exactamente quince días se murió Camila. 2012 fue un
buen año para morir, seguramente pensó ella, y cuando lo hizo no pensó en mí.
Aún ahora lloro y llorar quince días por un perro no lo sé, quizá no está bien.
También la sueño. Al principio extrañaba tremendamente su tacto. Tocarla porque
era muy suavecita y pesaba tan poco. Olía mal pero no me importaba, era su olor
y así y todo quería cargarla, sentirla y olerla. Cargar su peso ligero porque
estaba ya muy flaquita. Al principio extrañaba su presencia física después me
entro una tristeza porque creía que ella de algún modo podía sentir miedo,
soledad, frío. Sé que no, pero no podía evitar sentirme muy triste por no poder
protegerla más. Entendí que su vida llego hasta donde tendría que haber
llegado, que hizo y vivió todo lo que un perro podría vivir, no le falto nada y
fue muy querida. Se murió creo que de 19 años, así que no era un cachorro y no
le falto nada por vivir. Lo entendí, pero no puedo dejar de sentirme triste. Camila
vivió conmigo 18 o 19 años, más tiempo del que mi papá vivió en mi casa. Cuando
Camila llego a mi casa, yo era una persona, ahora soy otra.
too late baby
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Si que tenía abandonado mi blog, este y el otro, ambos. Pero a este mas y
eso que me han sucedido algunas cosas. Bueno en realidad no, no los tenía
abandon...
Hace 15 años
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