PINK AXOLOTL

¿Que describa mi blog? Bueno, opino sobre lo que me venga en gana, aunque advierto, suelo cambiar de opinión, así que no me hagan mucho caso.

10/4/15

¿qué se necesita para salir del anquilosamiento?
no sé si existe esa palabra, pero así me siento.

5/4/15

Ayer compré en HEB un caddy para la regadera. Hoy mientras me bañaba sustituí el viejo organizador azul por el nuevo modelo cromado; es algo que debí hacer  tiempo atrás pues tenía años sucio, roto, oxidado y con moho. Pero seguía ahí, como un objeto feo pero familiar.

Ayer murió mi papá. Mas o menos como a las diez de la noche. La última vez que lo vi fue en el funeral de mi abuela -su madre- crucé unas cuantas palabras con él.Después vi casualmente un episodio de Mad Men en el que hay un funeral, el de la mamá de Sterling, pero él no siente nada. 

Mi papá no tuvo funeral ni misa de cuerpo presente, fue directamente a cremación. Dos de mis primos veían por él en estos últimos tiempos, ellos lo encontraron inconsciente, un coma diabético del que al parecer ya no despertó. 

Lloré un poco, la muerte es quizá el evento más grande al que nos enfrentaremos.
La muerte impone.
La muerte ha sido para mi algo abstracto, tan lejano.
He vivido pocas muertes, en mi abuelita -a la que vi por última vez en San Luis y luego nunca más- la muerte parecía más bien un viaje. Después Isabel, la secretaria de mi mamá y casi mi hermana por el tiempo que estuvo con nosotros. Era muy extraño no verla alrededor, no oír sus comentarios sarcásticos. Por último Camila y Piedra. A Piedra la lloro todavía y la extraño mucho; ya pronto cumple un año de haber muerto. 
Ahora mi papá. Lo terrible de la muerte es la ausencia de la persona fallecida, es el shock de saber que a partir de ahí no la volverás a ver. Mi papá tenía ya alrededor de 25 años de ausencia, así que podría decir que ya estaba acostumbrada y no me quedo nada por decirle. Su situación final fue triste y creo que verdaderamente está mejor. También creo que vivió una buena vida, que lo pasó bastante bien aunque al final lo pasara mal.

Ayer por fin entendí algo que por años mi terapeuta intentó explicarme y que escapaba a mis capacidades: que mi papá hizo lo que podía hacer. Ya no hay rencores. Descansa en paz papá.

15/3/15

Hoy publiqué algo que escribí hace casi un año. Sobre Piedra. Lo guardé en el borrador todo ese tiempo, pues estaba muy triste para publicarlo en su momento. Tengo días pensando en mi blog, en esa entrada en concreto, en retomarlo, en reenviar mi post-homenaje a Piedra. Debería de acompañarlo una foto, pero no tengo ninguna en esta compu. Ya lo haré después. Intentaré escribir nuevamente.

Piedra

Tener a quien proteger, te obliga a ser más fuerte. Piedra era todo una doberman cuando de avisar sobre extraños se trataba. Nunca tuvo que defenderme de nadie, pero estoy segura que lo habría hecho sin dudar. Y a mi, se me quitaba cualquier miedo cuando estaba con ella. Me sentía poderosa, porque tenía que cuidar a mi perrita, la que me cuidaba a mi y velaba mi sueño. El lunes, 2 de junio, como diez minutos antes de que yo llegará a comer, Piedra se cayo de las escaleras. No sabemos como, pero de la forma que haya sido seguro fue un accidente pues todos la queriamos mucho. En la caida al parecer se estrello contra el barandal de la escalera y se rompió la espalda o el cuello. No sufrió más que quizá por el susto de caer, no lloró ni gritó. La señora del aseo se dió cuenta porque oyó el golpe de su cuerpecito al estrellarse contra el piso. Aguanto viva unos minutos, -aunque creo yo que inconsciente- hasta que llegué. Creo, se quería despedir de mi, o que yo pudiera despedirme de ella. En cuanto me acerqué, expiró. Tenía diez años y estaba llena de vida. Todo el día brincaba y quería de comer, le pedía a todo mundo y todos le invitaban de su comida: la señora del aseo, los carpinteros, el mozo, los albañiles, los eléctricos, el plomero y por supuesto, yo. Si estaba yo en casa, caminaba al lado mío por todos lados donde yo anduviera. Su paseo dominical consistía en acompañarme a mover los coches del garage, le encantaba subirse por un par de minutos a la parrilla trasera del auto a ladrarle desde ahí a los vecinos. Le daba mucho miedo la calle. La única vez que se salió de mi casa  -por descuido mio-, lloró en el portón hasta que le abrimos la puerta. Cuando regresé de mis vacaciones, pensé que estaría enojada por el abandono (tres semanas) pero no fue así, me hizo toda la fiesta del mundo, era la perrita más feliz. Le tenía muchos celos a Camila, pero cuando murió, se deprimió y la extraño por un largo tiempo. A ratos pienso que si yo no hubiera llegado tarde a mi casa, sino me hubiera tardado en el banco o en la tienda, Piedra seguiría viva, pues habría bajado las escaleras antes, para recibirme.
Un año y seis meses despúes de Camila, se murió Piedra.  Antes de tiempo, aunque mi mamá dice que todos tenemos nuestro tiempo exacto para morir.

29/1/14

A

Circunstancialmente releí algo que escribí en el 2010. Entonces yo creía que había escrito una genialidad... jaja. Pero ahora, con el tiempo, veo que era una estupidez pretenciosa, un lugar común, una reflexión que cualquiera con dos dedos de frente podría haber hecho. Después me percaté de la fecha, creo que fue en julio o después de julio de 2010. Entonces, en ese justo momento, no sabía que ya había cambiado de forma permanente algo de mi vida. Aún ahora, a ratos, sigo dudando. Aún ahora después de todo este tiempo, sigo extrañando a A.

12/1/14

La sirenita era uno de mis cuentos preferidos cuando era niña, aún y con el tono deprimente y melancólico de Don Hans Christian Andersen. Supongo que porque ya desde entonces entendía que mi fin sería convertirme en espuma.

3/1/14

El primer post del año en el tercer día del año. El 2013 fue bueno conmigo. Aprendí mucho, quizá hubiera querido que ocurrieran más cosas, pero el recuento es positivo, más de lo que hubiera pensado. No puedo explicarlo claramente, pero lo que aprendí me esta permitiendo ver las cosas con un campo mental mucho más abierto y amplio. Bienvenido el 2014