PINK AXOLOTL

¿Que describa mi blog? Bueno, opino sobre lo que me venga en gana, aunque advierto, suelo cambiar de opinión, así que no me hagan mucho caso.

19/11/13

no puedo negar mi cursilería cuando resulta tan evidente. adicta al drama y tal. ni como ocultarlo. por cierto, escribí algunas hojas vergonzosas en mi diario no público ni virtual: estoy rompiendo esquemas...

y en este justo momento estoy oyendo Fast car de Tracy Chapman y me pareció propio comentarlo porque siento que de algún modo esta canción refleja mi momento.

So remember we were driving, driving in your car
Speed so fast I felt like I was drunk
City lights lay out before us
And your arm felt nice wrapped 'round my shoulder
I had a feeling that I belonged
I had a feeling I could be someone, be someone, be someone

excepto que en el fast car estoy sólo yo.

18/11/13

lo malo es que aunque uno suelta eso que pesa -renuncia uno a esperar algo de aquello- a veces esto vuelve a regresar ofreciendo nuevamente falsas promesas. así hasta el infinito. espero que no, que no se convierta esto en un círculo vicioso, pero ¿cómo evitarlo?

14/11/13

Hice lo que nunca hago, borré algo que había aparecido publicado. Normalmente creo que hay que encarar lo dicho, o en este caso, lo escrito, pero hay que guardar un poco el pudor y la compostura, ¿no?

12/11/13

Entrada virtual a mi nuevo diario.

Ayer y antier mientras hablaba por teléfono, puse música de los 70s. Seguí oyendola al terminar mi llamada y todavía un rato en la mañana. Eran canciones en ingles, la mayoría ni las conocía pero me gustaron y me sentí muy cómoda mientras sonaban al fondo. Lo normal es que hubiera buscado música de los ochenta o noventa, pero por casualidad eso puse y eso dejé. Con la música aumentaba mi sensación de bienestar tanto que me hizo preguntarme porque me hacía sentirme bien. Primero supuse que sería por una cuestión nostálgica, estaba recordando la música de mi niñez. Pero en realidad fui una niña de medía década, termino que invente alguna vez solo para darme cuenta que ya existía, por lo menos en Alemania. Con ello quiero decir que mi infancia con mayor grado de conciencia (de los 4 a los 14) no la pasé durante una década en concreto sino la mitad en una (los setenta) y la mitad en otra (los ochenta) y por ello me costaba trabajo sentirme identificada con una  en particular. Lo mismo me paso en la juventud, y supongo ahora en la adultez "joven y alternativa".  Mi maestra de alemán me contó que existía un termino para esa condición de media década, solo que hace ya más de 10 años de esa conversación y no lo recuerdo, como tampoco recuerdo casi nada del alemán que en algún momento llegué a hablar bastante bien. En fin, volviendo a la música esas canciones que estuve oyendo, me dieron una especie de abrazo auditivo, me palmearon la espalda y acariciaron mi cabello al tiempo que me decían: todo va a estar bien. No me gusta el contacto físico en general, mi espacio vital suele ser muy amplio, y no permito que cualquiera se acerque mucho, sin embargo tengo momentos en los que un abrazo -no de todos- me reconforta tremendamente  me da esperanza (aunque sea falsas esperanzas). Es irónico que para calmar mis ansias requiera de contacto físico, yo que necesito estar sola, alejada de la gente, recluida en mi espacio personal.

Pero esto no fue contacto físico, eso queda claro, y tampoco creo es tan profundo como para decir que fue contacto espiritual, no sabría como llamarlo pero sé que me resulto reconfortante aunque no tenía claro porque puesto que no me era música familiar (en mi casa sólo se oía lo que pasara en el radio tipo siempre en domingo) Y confieso aquí (como ya lo he hecho en muchos otros lados) que soy una gran fan
de la música de siempre en domingo y parecidos. Cuando la escucho siento que voy atrás en el tiempo, pero nunca me ha hecho sentir así, segura y protegida, abrazada como esta otra música. Quizá son las hormonas, o el tiempo, o no sé. También creo que de alguna forma esa música que es también de esa época, captura la parte de mi infancia que me hacía sentir protegida y segura y que no tiene nada que ver con la de la música de Siempre en Domingo que oíamos en mi casa. No lo sé. He notado que todo el tiempo pienso en antes, y que cuando escribo aquí, escribo algo que tenga que ver con mi vida antes, cuando era pequeña. Creo que estoy volviendo esto como un recipiente para mis recuerdos.

Y por cierto, tengo un diario nuevo. Otra libreta muy bonita aunque muy cursi. Probablemente solo use dos o tres de sus hojas, porque definitivamente me gusta más escribir aquí, pero no podía dejar de tenerla. Soy una hoarder.

29/10/13

Should I stay or should I go?

Should I stay or should I go?
Soy una persona descompuesta. Nací con algo averiado.
Estoy rompiendo mis reglas de cortesía y civilidad,  al hacer estas declaraciones, que deberían conservarse en privado. Conservarse en un frasco escondido en los entrepaños de una alacena en el sótano.
Las lecciones aprendidas durante las clases de francés, y las instrucciones contenidas en el manual de vida que se incluía inserto en algún punto de mi cerebro se han ido al carajo.
Al aceptar públicamente que estoy descompuesta intento restituir un poco las leyes de teología y geometría que tan violadas han sido en estos tiempos.
Aunque hay una trampa en esto. Escribo aquí porque necesito escribirlo, pero podría hacerlo en alguna de mis libretas, solo que no sé donde están y tampoco ando de ánimo para buscarlas. Y la trampa esta en que lo hago, lo escribo porque he visto que casi no tengo visitas, así que este texto podrá pasar inadvertido, y bueno, entonces la restitución también se habrá ido al carajo.

22/10/13

Seguro he dicho ya muchas veces que me gusta la lluvia. Me gusta desde que era una niña pequeña. Podía estar largo rato viendo llover y me solía imaginar que viajaba sentada en una hoja de árbol seca, a través de los riachuelos que se forman en la orilla de la banqueta. Mi tema ahora es la nostalgia. Pienso todo el tiempo en otros momentos que ya viví y -lugar común- diría ahora que esos fueron los mejores momentos de mi vida. Suelo decir que soy una persona solitaria, aunque a los demás les extrañe cuando digo eso pues resulta que tengo muchos amigos, o al menos eso parece. Sin embargo en la mayoría de esos recuerdos míos ahora tan por mi apreciados, estoy siempre sola. Regando las plantas en el jardín de mi abuelita, caminando por el pasillo de su casa, recostada en la cama de mi cuarto en San Luis mientras oía el radio. Viendo la tv y la lluvia desde el cuarto de mi abuela. Hurgando en los cajones del tocador o en el ropero de mi abuela. Leyendo los libros de texto gratuitos, viejos, de mis tíos (los que tenían en portada a la mujer símbolo de la patria), sentada en el techo de casa de mi tía. Son, creo, los momentos que yo describiría como los más felices de mi vida, aun y cuando en esos instantes no me consideraba particularmente feliz. ¿Porqué funcionamos de ese modo? Bueno bueno, perdón por el egocentrismo, facilmente supongo que por que me pasa a mi, les pasa a todos. La pregunta correcta sería, ¿porqué funciono de esa forma?  ¿Qué es exactamente lo que echo de menos en esos recuerdos míos?

Cuando pienso en los momentos felices de las otras personas asumo que enumerarían cosas como cuando nacieron sus hijos, o conocieron a alguna persona en especial, o hicieron tal o cual viaje, o una fiesta o eventos así por el estilo. No sé -quizá porque no suelo preguntarlo- cuál sería el o los mejores recuerdos de los otros. Por un lado creo que son cosas totalmente diferentes a los míos, pero por otro lado creo que al igual que yo sus mejores recuerdos estarían elaborados con anécdotas muy sencillas, reducidos casi a experiencias sensoriales.

Mis recuerdos se van volviendo borrosos con el tiempo, algunos son ya tan solo recuerdos de recuerdos. Seguro lo he dicho ya muchas veces, pero es que tengo realmente miedo a olvidar todo eso que ahora considero mis mejores momentos.

18/10/13

Hay situaciones o eventos que el único post que merecen, es el que sirve para decir que no merecen ninguno.

16/10/13

no me gusta caminar sin rumbo.
una temporada estuve haciendo caminata, por cuestiones de vanidad y de "salud". la verdad es que lo odiaba.
levantarme temprano y caminar en círculo por el mismo lugar viendo los mismos árboles, la misma gente.
lo odié tanto que creo por eso me contracturé.
ahora por circunstancias  estoy teniendo que caminar varias veces al día, a mi trabajo o entre trabajos. y resulta que lo estoy disfrutando mucho.
descubrí que me gusta caminar con un destino, saber a donde voy y entonces buscar la mejor ruta, a veces la más rápida, otras la más interesante.
he descubierto también que esas caminatas, al igual que la hora de baño o mi tiempo al manejar, son las mejores horas para pensar. pensar así, a secas.
de cualquier cosa, lo que se me ocurra. sobre lo que tengo que hacer el resto del día, o el resto de mi vida.
y mientras camino, también recuerdo, pienso mucho en una casa, en una ventana, en la lluvia, en cierta temperatura ambiental, en un olor, en un espacio.
es curioso que generalmente no nos percatamos del espacio vacío que hay entre las cosas que nos rodean pero al menos para mi, ahora se ha vuelto importante.
recuerdo claramente ese espacio entre las dos camas, el tocador, el closet y los entrepaños.
el espacio vacío por donde caminaba en el corredor con piso de mármol formando falsas piedras.
el espacio vacío de ese corredor que algunas noches parecía infinito.
y el olor, ese olor que me protegía incluso del infinito aterrador de ese pasillo marmoleado.
cuando me muera, se muy bien como va a ser el paraíso que voy a encontrar.
por lo menos los segundos en los que el cerebro creo imágenes placenteras para facilitarnos el paso a la muerte.

15/10/13

voy a hacer como si nada, como que salí por cigarros, me tardé ocho meses y regresé así, tal cual.
porque está de más que diga que soy una inconstante, eso es obvio, ¿no? me gusta escribir aquí -cuando lo hago- porque es íntimo, como escribir en cualquiera de mis tan mentadas libretas, pero también es exhibicionista, porque aunque no sepa yo quienes son, sé que al menos habrá alguna persona por ahí que lea esto de vez en cuando.

¿he dicho ya que soy algo exhibicionista? queda claro, creo, es evidente: escribo un blog. quiero que me vean.

¿he dicho ya que soy vouyerista? me gusta observar a los otros. no, miento, no me gusta observar a los otros. me gusta observar lo otro. los objetos de las personas, y con ello inferir a las personas. a veces (muy pocas veces) me gusta observar a la gente, pero solo bajo ciertas circunstancias: cuando están lejos o me aparecen filtradas por algún medio, un vehículo, una ventana. ajenas a mi. entonces puedo imaginar sus historias.

y bueno, seguro en algún otro post he dicho que soy también masoquista, pero eso no viene al caso en este momento.


12/2/13

La nueva interfaz de blogger me tiene loca. Me cuesta trabajo encontrar el botón para escribir algo y bueno, no es culpa de blogger. Soy yo que soy una inconstante. Escribo  tres cuatro posts al año, al igual que como lo hacía con mi diario. Ya lo he dicho en algún post-perdido, escribo un diario desde que tengo 6 años. Por ahí debe andar una pequeña libretita de kitty que comienza diciendo algo así como: me han sucedido muchas cosas en la vida... y entonces tenía 6 años y ya me sentía abrumada.

Ahora tengo una gran colección de diarios todos a medias, escritos cuando de pronto tenía ganas. eso sí muy bonitos. Cada vez que encontraba una libreta que me lo parecía, empezaba uno nuevo, porque  tengo una gran pasión por las libretas bonitas.

Cada cierto tiempo, me propongo el inicio de un "nuevo año", un nuevo periodo, con intenciones y propósitos casi nunca nuevos; siempre entre ellos esta el volver a escribir. El hacerlo de manera constante. Cada día tengo menos oportunidades, pero bueno, aún las tengo. Creo.

8/2/13

procastination is my name.

Me invade el mal de febrero, generalmente me dura todo marzo y a veces empieza desde enero. Diría que es por falta de luz solar aunque, ha hecho tanto calor que esa falta de luz solar más bien se agradece. En febrero mi cuerpo se pone rejego, mi cuerpo y mi mente. Soy una procastinadora nata pero cuando me cae el mal, me pongo peor. Quiero aplazarlo todo, no solo mis deberes y ocupaciones, quiero aplazarlo absolutamente todo. ¿Podría volver a respirar en abril, quizá?